Río Tercero, nueva de tormenta de tierra a las puertas de diciembre
En las puertas de diciembre, el mes más lluvioso de esta región, característica de esta era postglaciar que agoniza, tuvo lugar otra excéntrica tormenta de tierra, con ráfagas violentas de viento Sur, probadamente, debido a la actividad destructora de un capitalismo que se hace más el distraído que mi entrañable perro gay, y nos discursea a voz de cuello de “que cuidemos el planeta usando bolsitas de tela en el supermercado”.
En un mes tradicionalmente tan húmedo como este, ver tanta tierra volando, al decir del Dr. Montenegro: “campos que vuelan”, llenaba de impotencia a cualquier ser sensible.
Este pichón de huracán, hizo como todo criminal, volvió a recorrer la escena de su crimen.
Es así que la ciudad de Almafuerte sobre todo y la nuestra, tuvieron que soportar este nuevo soplido de una atmósfera rencorosa con la producción del monocultivo sojero y su tecnología.
Y en las calles de la ciudad que quiso imitar a La Plata, se juntaron nuevos desgarramientos con los viejos, me refiero a las primeras victimas de esta guerra, los árboles.
Después vendremos nosotros, los pobres claro.
Esta infantería condenada y que la deforestación del frente agrícola masacró por millones, mostraba un paisaje de cadáveres verdosos todavía insepultos de la anterior tormenta, entreverados con las victimas de esta.
En medio de este ímpetu eolico y “antes que pasen cosas graves”, las fuerzas del orden: los Bomberos, la Policía e Inspectores Municipales, siempre muy prestas para controlar la circulación, procedieron a cortar por unas horas de este domingo 29 de noviembre de 2009, el tránsito vehicular de la ruta 36 en el tramo que une a las dos hermanas descendientes de la posta del Salto: Río Tercero y Almafuerte.
En un mes tradicionalmente tan húmedo como este, ver tanta tierra volando, al decir del Dr. Montenegro: “campos que vuelan”, llenaba de impotencia a cualquier ser sensible.
Este pichón de huracán, hizo como todo criminal, volvió a recorrer la escena de su crimen.
Es así que la ciudad de Almafuerte sobre todo y la nuestra, tuvieron que soportar este nuevo soplido de una atmósfera rencorosa con la producción del monocultivo sojero y su tecnología.
Y en las calles de la ciudad que quiso imitar a La Plata, se juntaron nuevos desgarramientos con los viejos, me refiero a las primeras victimas de esta guerra, los árboles.
Después vendremos nosotros, los pobres claro.
Esta infantería condenada y que la deforestación del frente agrícola masacró por millones, mostraba un paisaje de cadáveres verdosos todavía insepultos de la anterior tormenta, entreverados con las victimas de esta.
En medio de este ímpetu eolico y “antes que pasen cosas graves”, las fuerzas del orden: los Bomberos, la Policía e Inspectores Municipales, siempre muy prestas para controlar la circulación, procedieron a cortar por unas horas de este domingo 29 de noviembre de 2009, el tránsito vehicular de la ruta 36 en el tramo que une a las dos hermanas descendientes de la posta del Salto: Río Tercero y Almafuerte.
Por las dudas, ya se empezó a fumigar y a plantar soja de nuevo.
Construir un desierto de un bosque de algarrobos, chañares, talas, y espinillos y que llevó milenios construirlo; no es tarea facil y de poco tiempo.
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