Solidaridad o Caridad: El caso de un Negro de espíritu blanco

― Cuando doy comida a los pobres, me llaman santo ― dijo el obispo brasileño Helder Cámara ―. Y cuando pregunto por qué no tienen comida, me llaman comunista.

A diferencia de la solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad se practica de arriba abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni un poquito las relaciones de poder.

(Eduardo Galeano. Pastas Arriba: La Escuela del Mundo al Revés. 1998)

La antropología viene trabajando con la refuncionalización de un mito creado hace bastante tiempo: “El Mito del Salvaje Bueno”.

En pocas palabras podríamos decir que es un evolucionadísimo mecanismo de dominación simbólica que desde estructuras eurocéntricas, clasistas y racistas, esclaviza menospreciando al Otro subyugado.

En realidad el salvaje es “bueno”, en la medida que mantiene una actitud pasiva y reproductora de los mecanismos de dominación, estado de “gracia” que pierde automáticamente si se sobrepone a la alienación y asume su subjetividad emancipada.

En el caso que nos ocupa - la versión de este mito que hace La Voz del Interior - las relaciones de poder desaparecen por arte de magia, y la transferencia moral actúa de una forma tan cínica que solo puede tolerarse desde la ignorancia.

En los tiempos que Bill Gate y otros empresarios imperialistas publicitan que van a donar la mitad de sus fortunas la Voz del Interior construye su provinciano mito mediático, con el negro Tobi.

Un Negro que lleva inscripto en su cuerpo toda la opresión que la historia moderna realizó, pero no puede - al menos por lo publicado - asumir ni un poco del abundante legado resistente de los sectores sojuzgados.

Nota: Recuerdo a los y las iniciad@s que entran por primera vez al blog, que si hacen clic en los hipervínculos, son las palabras que aparecen en un rojo un tanto oscuro - como por ejemplo "publicitan" - irán directamente a la referencia que respalda el escrito.