A propósito de Baradero y Río Tercero parte 2

El Sábado pasado en Baradero como antes habían matado una parejita de novios por andar en las motos de los pobres, la policía mató un joven por andar en la motito de los pobres.
Gracias a dios esto no paso nunca en Río Tercero, que maten a las personas por andar en motitos de pobres, pero las condiciones sociales son las mismas, es una cuestión de suerte, la opresión es la misma.
A propósito una vieja historia que escribimos en otro lado, como forma de extirpar el dolor y que reavivamos aquí.
Una de la acostumbradas razzias, esta vez el control policial municipal es en la intersección de las calles Libertad y Fray Justo Santa María de Oro: Acceso obligado para los laburantes que viven en los Barrios: Parque Montegrande, Montegrande, Escuela, Fábrica, etc. Río Tercero 3 de febrero del 2011
Gloria como todas las mañanas
Una historia urbana, una historia que avanza desde la periferia, desde la invisibilidad, hasta que choca en el centro con el dolor.
Todas las mañanas, temprano, sale Gloria M. desde la casita de Barrio Montegrande, donde vive con sus padres. 
Ella es cajera del hiper.
Tiene un largo recorrido hasta llegar al trabajo, como 65 cuadras, ella lo sabe bien, la rutina la deja a pie seguido y esa es una buena oportunidad para contar de a una las cuadras.
Todas las mañanas a las siete su padre le pone en marcha el ciclomotor, porque anda mal y solo él tiene la maña. Quizás para el aguinaldo pueda meterse en unas cuotas y comprar un scooter lindo.
Casi todas las mañanas sube su hijito, Ignacio, en la parte de atrás de la moto, porque ella trabaja sábados y domingos, y Nachito, por supuesto, esos día no va a la escuela. Antes de arrancar, le pide encarecidamente, le suplica, que por nada del mundo se suelte de su cintura. 
En el momento que lo abrigaba, se acordó que no pudo comprarle el libro que le pidió la señorita; ella no pide ayuda, ni siquiera piensa en el amor de su vida que un día se fue, no, ya hace mucho que esos pensamientos no tienen lugar en sus urgencias. Ella cria a su hijito sola.
Todas las mañanas, Gloria, no piensa en el amor.
¿El amor será para otras clases sociales?, o dentro de los pobres, ¿sólo para los hombres?
Todas las mañanas, empero, le queda Nachito, que es todo para ella.
Todas y cada una de las mañanas, piensa, “si le pasa algo a Nachito, me mato”, controla que tenga bien tapadita la boca, porque respirar el aire frío puede agudizar su cuadro de alergia permanente, que sufre culpa de la polución tóxica incontrolada de las fábricas químicas.
Todas las mañanas sale con los minutos contados, primero tiene que dejar a Nachito en el cole, el Remedios de Escalada de Barrio Castagnino, es el que le queda más cerca del laburo, antes vivía en ese barrio, alquilaba una piecita, era más cerca del centro y le escapaba a los humos venenosos de las fábricas, pero desde la devaluación, le subieron tanto el alquiler, que no tuvo más remedio que ir con sus padres a Montegrande.
Todas las mañanas a eso de las 7 y 30 va llegando a la esquina del Atlético.
Esa mañana, arteramente, agazapados, había toda una caterva de funcionarios, inspectores de tránsito, policías, apenas doblando por la Esperanza. Ese estratégico lugar es inmejorable para hacer sus razzias antipobres, en ese cruce donde trabajadores de 5 barrios escapan subidos a minutos fugaces antes de que sea tarde para marcar la tarjeta matinal.
Como una presa que cae en la trampa, igual, la detuvieron y con la prepotencia de los que mandan, le espetaron: "¡Papeles!...¡por qué no compró casco!...¡por qué no respeta la nueva ordenanza de tránsito!"
Ella no conocía ninguna ordenanza, esos lujos son para los ciudadanos no para los habitantes de nuestros barrios. 
La siguieron retando. A los negritos cuesta poco maltratarlos: "¡Sos una inconciente de llevar a tu hijito en la moto, y sin casco!", y no se cuantas cosas más. 
Justo una mujer era la más dura y ejerciendo la jefatura llevaba la voz cantante del regimiento controlador y la increpaba diciéndole que era una "mala madre". Ella calló, no era la primera vez, en su trabajo le pasa seguido, su padre también le grita, pero no se compara como cuando vivía con el padre de Ignacio, porque además, éste, le pegaba.
Como todas las mañanas hizo silencio, bajó la mirada, su sangre, la de nuestros hermanos originarios hace centurias que callan, pero ya les llegará la hora de gritar. Gloria sólo quería zafar de pagar la multa, sus ojos imploraban, su salario es de 1600 pesos, cobra en negro, los remedios para la alergia de Nachito le consumen una buena parte del sueldo. Gloria no quiere que él  pase por las penurias que sufrió ella cuando niña.
A todo esto, los funcionarios municipales muy indignados por ver una madre tan “inconsciente” por llevar a su hijo en la motito sin casco, les pareció poco hacerle una multa por los 200 pesos, se sienten muy orgullosos de su tarea guardiana, y están convencidos que si "educan al pueblo" terminaran con los accidentes.
Mientras los zorros le hacían la boleta y le explicaban que la próxima vez le quitarían la moto Gloria miró de reojo el reloj, vio que le quedaban  ¡cinco minutos! para llevar Nachito a la escuela y marcar en el hiper, sin perder el presentismo. Quiso decir algo, pero sus labios no emitieron sonido alguno, permanecieron quietos. Asintió todas las indicaciones que estos "patriotas" agentes municipales, diligentemente y desinteresadamente, le brindaron. 
Como todas las mañanas con sus urgencias y con una multa salió rumbo a su destino matinal.
Como todas las mañanas la vida para los pobres es una Multa.
...
Hace cientos de años que su sangre, la de Gloria, calla. 
Si algo le pido a la vida, es poder estar ahí, cuando esa sangre estalle, cuando esas gargantas griten, griten hasta ensordecer a todos los opresores y sus servidores.

Comentarios

Santiago M ha dicho que…
Buena cronica, te mete en la piel de la persona, y vemos los innumerables problemas con los que tiene que luchar gloria( precariedad laboral, inflacion, transporte publico deficitario, falta de controles ambientales, violencia familiar, etc) pero para el estado el unico problema es el casco que no usan los pobres..
Osbaldo Potente ha dicho que…
Muchas gracias por tu análisis y cuidado en la lectura
Anónimo ha dicho que…
Negro, en esta no te acompaño, yo fuí mucho mas pobre que ahora, y no llevaba niñitos al colegio en la motito. Y para ir al cole o al laburo no se puede salir con lo justo, ni llevar a tu niño atrás cuando es alérgico. Salí mas temprano o mandá tu chico al colegio del barrio. que se yó...
Anónimo ha dicho que…
Admiro a la municipalidad por su coraje para defender la salud pública y la seguridad de los ciudadanos decentes.

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