Lo visible invisible o la doble moral de los rotarios

Río Tercero necesita dejar atrás este modelo de sociedad donde la selectividad de las penalidades[1] atenta con cualquier principio de ética humanista, los alejados del poder solo tienen represión y más exclusión.
En las arterias principales que unen las barriadas mas alejadas del centro con las vitalidades urbanas, constantemente y diariamente se viene erigiendo verdaderas razzias, donde el estado policial, secuestra motitos a los sectores populares (ver aquí), con el justificativo que “no tienen papeles” o casco sus conductores - y proyecta hacer lo mismo con bicicletas (ver aquí).
A nosotros nos parece de absoluta sinrazón estas justificaciones, que constituyen un verdadero mecanismo de exclusión social.
Para entenderlo repasemos cómo son tratados los sectores mejor dotados en el reparto de hegemonías comunales: En ejemplos que se ilustran más abajo, podemos ver como de forma estructural, es decir todos los días en horario comercial, se usa el espacio público de forma privada por parte de grandes empresas[2], sin ningún tipo de control, es decir un abuso impune, de un recurso que es de todos.
La vía pública, privatizada de facto, para sobre todo, promocionar automotores de primeras marcas.
¿No es acaso más condenable que se apropien, que roben un espacio que le pertenece al conjunto de los riotercerenses y obstaculizar de esa manera el libre tránsito, que no tener 900 pesos para poder blanquear la compra de una motito que se hizo por cuotitas de 150 y sobre todo permite la juntura vital de las personas con los trabajos y los servicios urbanos?


En una mañana cualquiera, cual feria uniempresarial, pettiti expone sus mercancias fordianas en la vereda, desplazando a los transeuntes, por suspuesto, esto sin ninguna pena: delito impune.


Prosiguiendo por la Savio, montequin, mercantes de autos franceses, usan la vereda para su lucro. Sin caminantes, ellos no tienen lugar, ni amparo de un estado HOOD ROBIN.


Los "Car exclusivos", excluyen a peatones y ciclistas, porque se apropian de lo público todos los días habiles, sin mayores obstaculos punitivos, aunque les cabría los legales como a cualquiera.


Más ejemplos de la invisibilidad de las contravesiones, cuando los que la hacen pueden pagar una publicidad, como la que ilustra la portada de zona tuerto.


Más de lo mismo, en cualquier día habil, sin que sea visto, ni evitado, menos denunciado o penado.

El respeto a los ciclistas. Se puede ver en este ejemplo, que sin que a nadie le importe se obstruya el andarivel, pero si se piensa que en décadas no se construyó ni un decimetro de bicisenda, se entiende.

Camiones de químicos peligrosos "aparcados" - como dicen los hermanos mejicanos - en plena vereda, sin que se inmute ningún estamento de las fuerzas vivas, mientras tanto se construye un discurso opresor sobre ciclistas, motociclsitas y demas subyugados.

Arados en plena vereda de la Savio, fijos, nos previenen que estamos en el reino del monocultivo sojero.



O un colectivo, todo es menos evidente que un pobre criminalizado.


[1] Ver Zaffaroni, Eugenio; en línea: http://www.homenajeazaffaroni.com.ar/zaffamacerata.htm
[2] Dice Jorge Almeida, que ”la constitución de un verdadero espacio público pasa, necesariamente, por la construcción de espacios que tengan, como sus sujetos efectivos, el conjunto de los sectores … explotados, oprimidos, discriminados, apartados y excluidos. O sea… de los que viven de su trabajo y están privados y excluidos del poder y de la propiedad de los grandes medios de producción y comunicación - la plebe contemporánea. Espacios donde se puedan construir nuevas relaciones políticas y crear condiciones para la construcción de nuevas corrientes de opinión pública y una nueva cultura política, crítica y participativa. Espacios que puedan construir nuevas relaciones de poder. … el espacio público no debe ser visto apenas como un espacio de debate, sino de afirmación política y cultural. Más que eso, espacio de disputa de hegemonía (Gramsci, 1978) y de formación de bloques sociales, políticos y culturales que construyan opiniones públicas activas y capaces de realizar un nuevo espacio público auténticamente democrático y popular donde el pueblo pueda discutir y decidir acerca de los más diversos rumbos de la sociedad. Un mundo más democrático y, de hecho, gobernado por sus ciudadanos y no por las directrices originadas en los intereses privados de los oligopolios, del FMI, del Banco Mundial, de la OMC o del G-8.” o de los poderosos locales, agregamos nosotros. Ver en línea: http://www.er.uqam.ca/nobel/gricis/actes/bogues/Almeida.pdf

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Río Tercero es una ciudad zombi? La política es una actividad humana

Los DDHH en la Escuela: