Por ahora, solo incidentes ocasionan los omnibus en Río Tercero


¿Que pasa con el servicio de transporte interurbano, son potenciales cromagnones que van sin control por nuestra ciudad? ¿Son titanics que avisan de su final inexorable y las autoridades son los únicos que no se dan cuenta?
Ayer martes 7 de octubre a las 15 hs., en el ingreso a Río Tercero, sobre Av. Pio X se incendió una unidad de transporte público La Victoria.
"Incendio", "principio de incendio", disquisiciones que se verán publicadas por todos lados pero que no dan cuenta de lo que significa en su totalidad, como peligro potencial de una desgracia en ciernes.
En una ciudad donde se confunde incidentes con accidentes, donde se nos quiere inducir que hay que convivir con los riesgos, y no evitarlos, es patético, pero, que el capitalismo funcione desenfrenado, no es raro.
El pasado 19 de septiembre, ya se había dado vuelta otra unidad de "La Victoria", en ese mismo acceso citadino, y como nosotros registramos numerosos desperfectos y otros inconvenientes tanto de dicha empresa como de la "Los Obreros", nos hizo intuir que algo preocupante emergen con esas situaciones.
Es así que decidimos consultar a los choferes de las empresas en cuestión y nos manifestaron que el primer accidente, el vuelco se dio, por un mal funcionamiento del sistema de frenos, lo que hizo bloquear las ruedas y más, el tiempo lluvioso y la loma de burro inminente, hizo que fuera casi como un choque frontal. Resultado lógico: ómnibus ruedas arriba. Resultado ilógico: casi todas las personas, indemnes y sanas.
Ayer, el percance fue también mecánico, se paralizó el compresor y los sistemas de seguridad no funcionaron, lo que hizo que el embrague "se pegara" y ocasionara un recalentamiento que inicio el foco ígneo, con el consiguiente susto de los usuarios transportadas, que dicho sea de paso, fueron dejados casi a la deriva ya que el colectivo, quedo inmóvil a la espera del auxilio del que carecemos los ciudadanos.
La ausencia del estado, el estado privatizado, como sabemos, no es uniformemente percibido: mientras las empresas pueden desenvolverse impúdicamente, porque tanto el Ersep es decir el gobierno provincial, como el municipio ignoran o no quieren ver las tropelías; el poder ejecutivo provincial aumenta los boletos en un 22 por ciento y las autoridades municipales están entretenidas reprimiendo y recaudando a costillas de los trabajador@s que se transportan en motitos.

No se trata de lomos de burros mal señalizados - es más, habría que llenar de lomadas nuestras calles para hacerlas mas despaciosas y para ahorrar se podrían usar los abundantes borricos que dirigen en nuestra ciudad - lo que pasa es que las empresas son un desastre y los funcionarios miran para otro lado.
(<>) No se aceptan excusas, porque la ley provincial de transporte autoriza en el articulo 3º a las autoridades municipales a ejercer control en el ámbito urbano.

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