Nuestra visión sobre las explosiones, su memoria y cómo obtener justicia (5)

"Escriban que fue un accidente y no un atentado", la imperativa sentencia que el Estado Argentino tenía preparada, todavía hoy, si uno oye detrás de los murmullos, resuena en la planta baja del edificio de la Municipalidad de Río Tercero, lugar que se acondicionó apresuradamente, aquel sofocante 3 de noviembre, para que se celebrara la conferencia de prensa (ver aquí), acto imprescindible en esta puesta en escena donde los extras…, los extras sufrientes…, somos siempre los mismos.
Las máximas autoridades, "los gerentes" como los llama Laura Gisnberg, de ese Estado que perpetró, aún en democracia, el "Terrorismo de Estado" por tres: la Embajada de Israel, la Amia y Río tercero, siguiendo a Fabián Menicheti periodista de la radio LV26, el calificativo que debe acompañar a este último evento es: MASACRE y no "explosiones".

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Volvamos a ese acto, para aquel que no registre a todos los actores, avezados en la mentira, de esa tragedia, nuestra tragedia.

El que parece agobiado, por la falta de límites en su prestación, es el archimaldecido Menem, vistiendo su correcto blazer y corbata.

El que levanta la mano impidiendo la repregunta sobre el "accidente o atentado", es el mismo Mestre, radical, para ese entonces gobernador provincial; este personaje se merece un par de renglones más, primero, porque de su "cuantioso acaudalamiento" por pasar por la función pública, pudo armar un mínimo aparato con el cual financió la campaña a intendente en el año 2002 de nuestro Brouwer de Koning, hasta tal punto, que una vez muerto este máximo enemigo de la educación pública provincial, le fue dejada una silla vacía, a modo de homenaje, en el acto de asuncion de autoridades en aquel lejano y para algunos olvidado año 2003.
Parece que nuestro lord mayor es precavido, más que agradecido, no vaya a ser que se necesite ese millonario, a costillas nuestra, aparato, para alguna ocasión. prueba irrefutable de su vigente "utilidad" es la ascensión como concejal del hijo legítimo de Mestre en la ciudad de Córdoba, y la diputación nacional de un anodino, más, imperceptible, Aguad, todos usuarios del maná en forma de billetes verdes que sigue dosificando la otrora capacidad ahorrativa del ex Ministro del Interior de la Alianza.

Rojo, nuestro intendente para ese entonces. Qué podría decirse de él, lo primero es que por estos días esta gozando de un retiro abundantemente subvencionado por su paso por la función pública. Hasta tal extremo, que las mieles de su presente, lo hizo desechar su oficio de doctor en traumatología, como nunca fuimos pacientes de él no sabemos si para bien o mal de la medicina.
Solo a modo demostrativo se puede agregar que fue un fiel seguidor de Menem, de De la Sota, Cavallo, claro, según la estrella que guiaba a cada uno en su momento.

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Laura en el reportaje que le hicimos con motivo de conmemorar el tres de noviembre nos decía que es un verdadero "Estado Terrorista" el que perpetró esos atentados y sus principales autoridades son más, unos "gerentes" que nos siguen ocultando pruebas y negando justicia, responsabilidad que llega sin solución de continuidad hasta los "Kirchner hombre y Kirchner mujer".