la perrera hoy desde las 16:30 (el rally ya quedo atras dejando su estela blanca)

Las radios de Río Tercero estan llenas de intermediarios, gestores, catequistas y misioneras, cambie de dial, ponga la perrera zombi y digale basta a la explicación zombificada sobre la práctica docente: SER MAESTROS NO ES UNA VOCACIÓN ES UN TRABAJO.

Hoy sábado desde las 16:30 hs.

Escuche LA PERRERA on line haciendo clic aqui, siempre y cuando intercurr lo disponga.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
POR QUÉ DECÍS QUE SER DOCENTE ES UN TRABAJO Y NO UNA VOCACIÓN? SIEMPRE SE ESCUCHA QUE LA DOCENCIA ES UNA VOCACIÓN... LA PERSPECTIVA NO LA ESCUCHÉ NUNCA.
Osbaldo Potente ha dicho que…
Mira, es una posición a la cual adhiero.
Por un lado, la lógica parte de que el docente vende su fuerza de trabajo, la cual es usada por el estado y o privados y en un sentido por el sistema económico. De alguna manera la educación produce bienes intercambiables, produce un tipo de mercancía.
Por otro lado el sujeto docente al vender su mercancía, como un trabajador común y silvestre de alguna manera, queda inscripto en la lógica, la de depender de un salario para reproducir su fuerza de trabajo.
No es menor la importancia de la práctica concreta, verificable en que hoy por hoy, la absoluta mayoría entra en la docencia como salida laboral, además muchísimas familias (mujeres) tienen su único ingreso por este medio.
Otro aspecto tiene que ver con la lucha para forjar la sindicalización del magisterio en décadas pasadas, considerar como trabajo la tarea docente, de alguna manera el docente se construye como trabajador.
Por qué se piensa lo de trabajo docente como oposición a la vocación?
Por la razón que vocación tiene que ver con una actitud religiosa, desvincula al sujeto concreto en aras de una trascendencia alienante y separa al maestro de las implicancias materiales y sociales de su práctica. Se pensaba "la maestra es como una monja, ... su sacrificio la elevará al reino de los cielos"
También algunos autores añaden a la situación de trabajador la de profesional,por toda la implicancia del perfeccionamiento teórico constante, el estudio científico de la propia actividad, el nivel académico de la profesión, etc.
De estas palabras ni una es original, si te interesa puedo acercarte bibliografía más precisa sobre esto y de la cual aprendí. abrazo
Fer ha dicho que…
Sumo a esta reflexión unas palabritas, si bien quizás no agregan nada nuevo a lo ya dicho, siempre es bueno aclarar lo mejor posible, qué queremos decir...
El problema, creo, es que hablar de docencia como "vocación" encubre la realidad de la persona que ejerce esa tarea, realidad que es mucho más palpable y dura que la imagen idealizada que se construye culturalmente, ese sueño de lo que "debería ser" o "queremos que sea" la educación (Notemos que en política -o mejor dicho, en campaña-, se habla mucho y muy lindo de "la educación" y muy poco de los trabajadores de la educación).
El asunto es, que la palabra "vocación" es engañosa, ambigua, y por lo tanto esconde y deforma lo que existe de hecho detrás de ella. Se me ocurren un par de contradicciones que se desprenden de esta noción de "vocación".
Primero: "el educador responde a una fuerte VOLUNTAD para desarrollar su tarea, una voluntad que encuentra legitimidad en nuestros valores, y por lo tanto, persiste obstinadamente en su labor SIN CANSANCIO." Sin embargo y muy por el contrario, el docente está AGOTADO, trabaja horas y horas (en el aula, en su casa) por un salario que nunca alcanza, ni hablar de que le devuelva proporcionadamente algo del desgaste físico y mental (y hasta emocional) al que se ve sometido. Hablo de las dificultades que se le plantean para hacer su trabajo, así como de las relaciones de poder que lo oprimen en las mismas instituciones educativas que son su lugar de trabajo.
Segundo: "el educador DISFRUTA de lo que hace, pues la docencia ha sido una elección libre, altruista y comprometida, en la que cree profundamente como su pequeña y gran contribución a la sociedad de la que es parte." No niego que muchos encuentran el goce más hermoso en ese encuentro cotidiano con otros en que se construye la cultura. PERO muy distinto es creer que esa "satisfacción" sea TODO lo que lo impulsa, olvidando la posibilidad de subsistir que significa tener un trabajo. Menos aún, que sea suficiente como retribución a esta dura labor, lo cual me parece que está en la base, por ejemplo, del estigma social que pesa sobre cualquier expresión sindical por mejores condiciones de trabajo y de vida. En tales ocasiones, son los propios docentes los que parecen "atentar contra el futuro de nuestros jóvenes". O si les gusta más otro ejemplo, el estigma que pesa sobre sus hombros como "empleado público", como funcionario del estado y por lo tanto, alguien a quien la sociedad "le exije" que realice bien su trabajo.
Tercero y último: la idea de vocación tiene que ver con la "entrega", de algo que aparentemente está dentro nuestro, esa voluntad es todo lo que alcanzaría para "contener" a esos jóvenes que necesitan de alguien que los cuide y encarrile. NO, NO y NO: si hemos de creer en la educación como proceso de socialización y emancipación verdadera, hay que poner en el centro del asunto al CONOCIMIENTO, y ello exige que avancemos en la profesionalización de los trabajadores de la educación, cuestión que no puede (ya el bolsillo no lo soporta) dejarse en manos del mercado de bienes que constituye la "capacitación docente" (pagar con nuestros sueldos por "perfeccionamientos" que son pura mentira en su gran mayoría, y eso lo saben en primer lugar... LOS DOCENTES.)
Seguramente hay mucho más para decir pero espero haber ilustrado un poco sobre esta idea que plantean los zombis, que comparto.
Saludos!

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