¡¡¡Internet si, libros no!!!!
En el programa de radio, del sábado pasado, dio comienzo un interesante debate: por un lado Sergio Colautti el autor de la frase de que hay que “agachar la cabeza” frente a un libro, en conjunto con la ex secretaria de cultura de Río Tercero, la docente y generala de la ortografía: Ilda Piedrabuena, defendiendo ambos la primacía, la hegemonía del soporte libro, como dueño de la “esencia”, si esto existiera, de la palabra misma.
Y por otro lado nosotros, los zombis, vociferando quizás ingenuamente, el fin de la hegemonía del soporte libro y celebrando la aparición de soportes más plurales y democráticos, como son la misma radio y sobre todo las nuevas Tic’s: Internet, la tecnología digital, p2p, web 2.0, redes sociales, videos por la red, etc.
Para nosotros es muy piola iniciar este debate en la “esfera pública” de Río Tercero, porque creemos necesario el cuestionamiento a la "cultura oficial", además de la representatividad de estos dos personajes antes citados, que pertenecen al “stablismen” ideologico de nuestra ciudad, de estructura fuertemente conservadora.
De manera que esta interpelación, quizás inédita a pesar de nuestra ineptitud, a la “cultura oficial” puede aparejar la apertura, la emergencia cultural de los subyugados de nuestra sociedad, de la emergencias de culturas contra hegemónicas, populares o la variedad nominal que más plazca, porque total, llamen como se llamen, todas están aplastadas por la loza de la opresión social.
Así que bienvenido el debate democrático y a liberar las fuerzas de la discusión.
Para empezar la cita emblemática de Benjamín:
«En un tiempo muy distinto del nuestro, y por hombres cuyo poder de acción sobre las cosas era insignificante comparado con el que nosotros poseemos, fueron instituidas nuestras Bellas Artes y fijados sus tipos y usos. Pero el acrecentamiento sorprendente de nuestros medios, la flexibilidad y la precisión que éstos alcanzan, las ideas y costumbres que introducen, nos aseguran respecto de cambios próximos y profundos en la antigua industria de lo Bello. En todas las artes hay una parte física que no puede ser tratada como antaño, que no puede sustraerse a la acometividad del conocimiento y la fuerza modernos. Ni la materia, ni el espacio, ni el tiempo son, desde hace veinte años, lo que han venido siendo desde siempre. Es preciso contar con que novedades tan grandes transformen toda la técnica de las artes y operen por tanto sobre la inventiva, llegando quizás hasta a modificar de una manera maravillosa la noción misma del arte.»
[Paul Valéry, Pièces sur l'art («La conquéte de l'ubiquité»). Citado por W. Benjamin en: EL ARTE EN LA ERA DE LA REPRODUCCIÓN MECÁNICA]
Y esta otra cita:
“A mover las cabezas”
[Ante Garmaz administrativo de Albaugh inc].
Y por otro lado nosotros, los zombis, vociferando quizás ingenuamente, el fin de la hegemonía del soporte libro y celebrando la aparición de soportes más plurales y democráticos, como son la misma radio y sobre todo las nuevas Tic’s: Internet, la tecnología digital, p2p, web 2.0, redes sociales, videos por la red, etc.
Para nosotros es muy piola iniciar este debate en la “esfera pública” de Río Tercero, porque creemos necesario el cuestionamiento a la "cultura oficial", además de la representatividad de estos dos personajes antes citados, que pertenecen al “stablismen” ideologico de nuestra ciudad, de estructura fuertemente conservadora.
De manera que esta interpelación, quizás inédita a pesar de nuestra ineptitud, a la “cultura oficial” puede aparejar la apertura, la emergencia cultural de los subyugados de nuestra sociedad, de la emergencias de culturas contra hegemónicas, populares o la variedad nominal que más plazca, porque total, llamen como se llamen, todas están aplastadas por la loza de la opresión social.
Así que bienvenido el debate democrático y a liberar las fuerzas de la discusión.
Para empezar la cita emblemática de Benjamín:
«En un tiempo muy distinto del nuestro, y por hombres cuyo poder de acción sobre las cosas era insignificante comparado con el que nosotros poseemos, fueron instituidas nuestras Bellas Artes y fijados sus tipos y usos. Pero el acrecentamiento sorprendente de nuestros medios, la flexibilidad y la precisión que éstos alcanzan, las ideas y costumbres que introducen, nos aseguran respecto de cambios próximos y profundos en la antigua industria de lo Bello. En todas las artes hay una parte física que no puede ser tratada como antaño, que no puede sustraerse a la acometividad del conocimiento y la fuerza modernos. Ni la materia, ni el espacio, ni el tiempo son, desde hace veinte años, lo que han venido siendo desde siempre. Es preciso contar con que novedades tan grandes transformen toda la técnica de las artes y operen por tanto sobre la inventiva, llegando quizás hasta a modificar de una manera maravillosa la noción misma del arte.»
[Paul Valéry, Pièces sur l'art («La conquéte de l'ubiquité»). Citado por W. Benjamin en: EL ARTE EN LA ERA DE LA REPRODUCCIÓN MECÁNICA]
Y esta otra cita:
“A mover las cabezas”
[Ante Garmaz administrativo de Albaugh inc].
Comentarios
Ah... y el otro motivo es porque se ha hecho la primera crítica cierta, aunque es justo reconocer, desde nuestra primera autocrítica, lo que la desmerece, al igual que la estirpe moral que se denota en cada efluvio venenoso gratuito.
Insisto la vacuidad y el anonimato de nuestros contrarios, nos agiganta (pensar que si se animaran podrían fácilmente acostarnos).
Volvamos, una vez más nos copian, pero es cierto: NO NOS ESCUCHA NI NUESTRA MADRE.
Otro detalle, esa incuestionable verdad convierte a la insignificancia al que escribe más arriba ya que el o ella sí escucha (marche un analista por favor).
La otra duda es, ¿si tan pocos nos escuchan porque tantos en las radios nos copian?
Pero eso quedará para análisis de crítica cultural, en el futuro, cuando los garcas puedan, si pueden, porque no nos vamos a entregar fácil, silenciarnos.
Como conclusión: creo, opinión que no es compartida por todos, que nos escuchan y leen muchos de los que no deseamos tener como oyentes ni como lectores, pero ese riesgo nos la bancamos. Y que sí, muchos de los que desearíamos que nos escuchen y lean ni nos registran, pero tranqui, no vamos a cambiar, solo nos esforzaremos más para ser más capaces de reconquistar en un caso y conquistar en otro, estos medios para los sectores populares honestos y trabajadores.
Asumida nuestra crítica, mal reproducida, como todo lo copiado, vayamos al error de manual.
El saber ni remotamente se comunicó exclusivamente por libros.
Es más, de todos los recursos que uso la humanidad, debe ser el más efímero y menos flexible.
Por lejos la transmisión oral de saberes se mostró mas versátil, más perenne que la transmisión escrita, y si pensamos que la transmisión escrita es mucho mas amplia que el limitado libro, no cabe la más mínima duda. Por lo menos para cualquier persona reflexiva.
La primera y más sostenida transmisión cultural de saberes la hacen la familia, la madre, los hermanos, los amigos, los compañeros, en síntesis los afectos, y nunca se han valido de libros.
Muchos de los saberes, hasta el día de hoy, la han transmitido los artesanos dentro de su corporación, por supuesto en forma oral y personal.
Hay saberes nuevos que lo substancial se transmite por otros soportes, (biogenética, microelectrónica, software, etc.).
Por ejemplo la muy capitalista industria de los medicamentos se basa en la sabiduría milenaria transmitida en forma oral de las hierbas medicinales, ha ... y sin pagar royalties, claro, porque eso lo dicen los libros y los verdaderos dueños del saber no saben leer.
Inclusive la literatura, que han colonizado los librescos, lo más sustancial de ella esta vinculada a la transmisión oral: la poesía es y será propia del reino de la palabra oralizada.
El cuento es y será dominio señorial de la palabra vocalizada y trasmitida de persona en persona.
La ciencia en general, sigue bastante apegada al libro, es cierto, pero el crecimiento vertiginoso de los ensayos que circulan por internet esta rompiendo ese paradigma libresco. Cualquier sociólogo de la ciencia sabe que la ciencia institucionalizada es uno de los reductos más conservadores en cuestión de costumbres.
Hay muchísimos más aspectos para que analicemos, solo lo de más arriba es para iniciar un debate que no dan a no ser de forma anónima.
Una látima.
¿Porqué no se dedican a algo que sepan hacer? El periodismo no es lo suyo... No estudiaron para ello. O, ¿porque no hacen algo por la sociedad? Porque no van a Caritas o AMIA o lo que mierda les guste y colaboran?