Gripe porcina vergüenza cultural mundial/Dengue vergüenza social local
El caso autóctono de Dengue en la ciudad de Río Tercero, representa el registro de la vergüenza: de ser a pesar de toda nuestra historia y realidad ciudadana, el caso más extremo de desidia social, política y sanitaria.
El argumento que utilizamos es, valga la paradoja, simétrico aunque opuesto, con el que actuó de forma grotesca la “administración Brouwer” - forma de autodenominarse que les encanta a estos sujetos – y que los dotó de una falsa e impúdica seguridad que solo ocasiono morbilidad en el cuerpo social de nuestra querida ciudad que no deja de desabarrancarse con dirigentes como estos.
Ese argumento, si lo pudiéramos describir a través de una imaginaria ecuación, donde se tuviera en cuenta la densidad poblacional, desarrollo económico y social, y la latitud sur geográfica en que nos ubicamos - la zona de clima templado del hemisferio sur – explica sobradamente lo que nosotros sostenemos: que el caso de DENGUE AUTOCTONO es todo una afrenta a la dignidad de nuestra ciudad, y que solo es tratada con indiferencia porque la sufre el sector más desposeído de nuestra comunidad.
En un mismo proceso solo que en vez de ser local es mundial, lo que pasa con la gripe porcina - ahora bautizada gripe A por presiones de la industria alimenticia mundial -, es de suma obscenidad y desvergüenza, ahora llevada a cabo por los poderes del mundo.
El mismo gobierno mexicano reconoció en voz de su presidente 160 muertos y miles de infectados, se vendieron barbijos por millones, la OMS declaró un nivel alto de peligro de una pandemia mundial, se cerraron fronteras, cancelaron vuelos, se prohibió la exportación de carnes porcinas, varias cadenas presidenciales en México y Estados Unidos, etc., etc.
Pero..., resulta ahora que México no tiene miles de infectados sino cientos, los muertos – a horas de la mañana del lunes 04 de mayo – no son 160 sino 25, los barbijos son un placebo y no sirven para gran cosa, la cantidad de afectados de esta “pandemia” no se aproximan ni remotamente a lo que ocurre con un año típico de morbilidad/mortalidad de cualquier gripe común, el origen de esta mutación del virus empezó en las adyacencias de la gran multinacional que cría chanchos y fue cuidadosamente ocultado por la prensa mundial, amén de el suculento negocio de la industria farmacéutica mundial.
La gran movilización mundial nos hace pensar que lo que ocurre es grave pero eso no es óbice para dejar de reconocer que hay una escandaloso intento de manipulación a nivel mundial.
El argumento que utilizamos es, valga la paradoja, simétrico aunque opuesto, con el que actuó de forma grotesca la “administración Brouwer” - forma de autodenominarse que les encanta a estos sujetos – y que los dotó de una falsa e impúdica seguridad que solo ocasiono morbilidad en el cuerpo social de nuestra querida ciudad que no deja de desabarrancarse con dirigentes como estos.
Ese argumento, si lo pudiéramos describir a través de una imaginaria ecuación, donde se tuviera en cuenta la densidad poblacional, desarrollo económico y social, y la latitud sur geográfica en que nos ubicamos - la zona de clima templado del hemisferio sur – explica sobradamente lo que nosotros sostenemos: que el caso de DENGUE AUTOCTONO es todo una afrenta a la dignidad de nuestra ciudad, y que solo es tratada con indiferencia porque la sufre el sector más desposeído de nuestra comunidad.
En un mismo proceso solo que en vez de ser local es mundial, lo que pasa con la gripe porcina - ahora bautizada gripe A por presiones de la industria alimenticia mundial -, es de suma obscenidad y desvergüenza, ahora llevada a cabo por los poderes del mundo.
El mismo gobierno mexicano reconoció en voz de su presidente 160 muertos y miles de infectados, se vendieron barbijos por millones, la OMS declaró un nivel alto de peligro de una pandemia mundial, se cerraron fronteras, cancelaron vuelos, se prohibió la exportación de carnes porcinas, varias cadenas presidenciales en México y Estados Unidos, etc., etc.
Pero..., resulta ahora que México no tiene miles de infectados sino cientos, los muertos – a horas de la mañana del lunes 04 de mayo – no son 160 sino 25, los barbijos son un placebo y no sirven para gran cosa, la cantidad de afectados de esta “pandemia” no se aproximan ni remotamente a lo que ocurre con un año típico de morbilidad/mortalidad de cualquier gripe común, el origen de esta mutación del virus empezó en las adyacencias de la gran multinacional que cría chanchos y fue cuidadosamente ocultado por la prensa mundial, amén de el suculento negocio de la industria farmacéutica mundial.
La gran movilización mundial nos hace pensar que lo que ocurre es grave pero eso no es óbice para dejar de reconocer que hay una escandaloso intento de manipulación a nivel mundial.
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