Conmemoración zombi del "día" de la Mujer en Río Tercero

El 8 de marzo se conmemora el "Día Internacional de la Mujer Trabajadora". Dicha cronología halló al "cuerpo" social de Río Tercero inmerso profundamente en la significancia de ese hito en la lucha de género mundial.
Demostrando los lazos que recorren la humanidad toda, articulando lo local con lo universal.
El patriarcado riotercerense no es extraño para el africano que flagela a sus mujeres, o el patriarcado occidental que enajena a la mujer detrás de velos de silicona, y un tan largo etcétera que nos avergüenza.
El patriarcado de nuestra ciudad oculta y denigra a la mujer, exponiendo en su vidriera símbólica principal, a las más serviles “esposas, madres, hijas y amigas” del poder masculino. El diario de Brouwer, tribuna, en esa enumeración de las funciones de la subsunción al hombre, sólo le faltó escribir “meretrices”, (ver aquí).
Esa misma usina simbólica de opresión de género, hace apenas unos pocos días criminalizó a una mujer que disputó infinitesimalmente, con la fuerza de una mariposa contra una maquina de tren, el monopolio de la violencia machista y hoy paga con sus huesos una injusta condena, (ver aquí).

¿Tiene futuro el periodismo?


Portada de tribuna del 6 de marzo, prosiguiendo con la campaña de instalación de la "mujer" hija del intendente, (ver aquí).


Detalle de la foto de esa portada, se puede ver a distintas funcionarias públicas, donde la independencia de los hombres en estos casos es imposible de imaginar siquiera.


Tapa de tribuna del 17 de febrero pasado donde se expone contra su voluntad a una mujer castigada por poner fin al abuso masculino intrafamiliar, el más común y peor de todos.


Detalle que da muestra de la violencia patriarcal de la tapa anterior. Estas violaciones no son punibles... todavía.

Para las que se rebelan
A Jésica Belén Piatti; a las que se rebelan, no se callan, las humildes y las mansas; las que imaginan cosas imposibles,el derecho a ser felices; a las que viven solas, pisoteadas, las que ya no esperan nada; a las desamparadas, olvidadas, las que caen y se levantan...
Quemadas, arrastradas por los pelos, torturadas, devastadas, violadas legalmente, apuñaladas, algún juez las mira y pasa.
Dicen que tienen celos y se nublan, que no saben lo que hicieron y cuando beben dicen no ser ellos, "yo soy yo más este infierno".
Cuántas vidas humilladas,cuántas lágrimas calladas, lo más triste es la tristeza,en el club de las mujeres muertas.(Victor Manuel)

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