Es necesaria la independencia de la información en Río Tercero

Para nosotros, decíamos en el meneado caso de la ley de medios, que lo principal era cómo el ser humano puede recibir y sobre todo producir su propia información de forma independiente y libre.
Esa es para nosotros la cuestión.
Independiente de los poderes que lo controlan y subyugan.
De todos los poderes, el más refinado y más aplastante de todos, es el propio ESTADO.
Queridos amigos nos contestaban, aquí y aquí, que en el caso de los estados modernos, se pueden dar régimenes donde el gobierno y los poderes establecidos tienen fuertes contradicciones y a través de ellas el poder mediático, enhebra acciones reaccionarias contra cualquier gobierno que quiera hacer progresar la sociedad, esta sería, para algunos amigos, el caso de la pelea entre Clarin y el gobierno de Cristino de Kirchner.
De que tengan contradicciones, puede ser cierto, pero en coyunturas muy especiales y excepcionales.
En realidad, la prensa monopólica y los gobiernos, decíamos y sostenemos aún, son un matrimonio que nacieron para estar unidos hasta que la muerte los separe, acoplamiento por supuesto ilegítimo, incestuoso y ocultado.
Repetimos: “no hay ningún monopolio informativo que pueda ser independiente del estado”, lo contrario sería como dice un amigo, un oxímoron, nadie les puede garantizar el monopolio sino el mismo estado.
Si les queda alguna duda, vean como los K subsidian a la radio clarinesca Mitre.
Es decir, que el déficit de Río Tercero en lo relativo a la falta de democracia informativa, por la autocracia del poder municipal en el dispendio de la pauta publicitaria sin control democrático, es un mal genérico de esta nuestra democracia.

Pero todos saben que: mal de muchos consuelo de corruptos.