Los Representantes del Pueblo o la Vergüenza ajena

Vergüenza ajena daba escuchar las patéticas aclaraciones que daban los concejales por los distintos medios radiales: "Mira, no me acuerdo cuanto cobro por mes", decía una concejala (ay que ganar mucha plata para no acordarse cuanto se cobra, ¿no?) o "Mira, de bolsillo cobro 6100 pesos" decía otro (queriéndonos engañar con eso de bolsillo) o escucharlos como se contradecían entre ellos ante lo más simple de decir cuanto se cobra por mes.
Ante tanto ocultamiento y siguiendo la fuente del post anterior sacamos la cuenta de cuanto se lleva cada concejal por mes sin contar los "necesarios" asesores y secretarios con que nos cargan a los contribuyentes y así sostenerles sus juegos políticos, juego en sentido de moratoria de la pubertad.
Lo que en un cálculo indulgente nuestro, solventar la adolescencia atrasada para el pesar colectivo de estos señores, nos cuesta aproximadamente a todos: cuatro millones de pesos por año.
En síntesis, un concejal o concejala se va a apropiar de la muy "democrática" suma de 8.131 pesitos.

(doble click para agrandar)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Ah... Con razón está tan prendida la "Maestruli" en el Consejo... Se está haciendo la guitaaaaaaaaaaa.

Un cargo de dirección, otro de maestra más el sueldo de consejal... no hay sistema que aguante... ni ciudadanos, ni alumnos, ni docentes que lo resistan...

¿Cómo hará esta "mujer orquesta"? ¿Quién le ha dado su bendición?¿Quién la auspicia?

Por favor dígamne a que santo hay que rezarle para tener tal fortuna...

Debe ser una señora muy devota, altamente acreditada y muy bien relacionada... ¿Habrá que felicitarla?
Anónimo ha dicho que…
¿Nadie conoce el régimen de incompatibilidades que marca el Estatuto Docente?

¿Nadie sabe que la Maestruli cobra por los 3 cargos y se hace un millón de "ratas" en su función como Directora de la Escuela Primaria de Parque Monte Grande y ni hablar en la que está como Directora del Primario de Adultos en el centro? (porque en realidad tiene 2 cargos de directora: uno en primario común y otro en adulto) + el cargo de consejal.

¿Por qué no saca licencia por cargo de mayor jerarquía como hacen todos los docentes comunes y silvestres?

¿Ningún funcionario letrado o asesor legal tiene conocimiento sobre la Legislación Escolar?

La misma pregunta es válida para los representantes locales del gremio de la UEPC -que defienden y apoyan ya no se sabe qué... ja ja!!!- y la Inspección de Zona alia "la Mafia educativa".

Para quienes quieran informarse sobre el tema: Acá va alguna bibliografía.

"Digesto de leyes y normas laborales docentes" Nivel Medio de la Pcia de Córdoba de Luis Alberto Fanchin y Angel Rodolfo Zunino.

Legislación... de Mangalavite.

Legislación... de Debbane.

El Régimen de incompatibilidad docente es común tanto para Secundario como para Primario. No forma de errarle... Bua... siempre y cuando no haya una mano negra que avale el acomodo.

En síntesis... que la Maestruli deje de chorear y devuelva lo que ya metió en el bolsillo.

Y a todos los pícaros:Jueeeera!!!!
Anónimo ha dicho que…
¿De quién hablan? Tiren algún nombre, digan con quién esta esa mina a la que crtitican, no den por sentado que todo se sabe.
Anónimo ha dicho que…
Jorge, te tiro unos temas que me gustaría que postees para que debatamos con la gente del blog:

- las demandas de las entidades patronales del campo y el conflicto con el gobierno

- las elecciones legislativas nacionales

- las distintas movidas mediáticas, como las de la inseguridad o en favor de la pena de muerte

Saludos
Jorge ha dicho que…
Se está hablando de Margarita Vargas, esa concejala tuvo cuestionada por que ejerce tres cargos (concejala + Directora de la Esc. Zerega + la Escuela de Adultos que funciona en el Modesto) eso de ejercer claro es una forma de decir.
Hay que agregar que el cuestionamiento también involucraba a Secretarios de Concejales como Cucui y Pereyra, lo que representa tambien el mismo caso de personas orquestas (desafinadas).
De los temas que planteas Carlitos si tenes algo armado manda al correo carnavalzombi@yahoo.com.ar y lo vemos.
Si no, es factible que lo nuestro sea parecido a la tortuga del comentario del post anterior.
Pero lo tomamos como un reto, pero desde ya te digo que la legislativa no nos da el cuero.
Anónimo ha dicho que…
Bueno, voy a ver si escribo algo, o les paso unos links que tienen buena información.
Anónimo ha dicho que…
OPINIÓN Lucha de clases en la escuela pública (Por M. Caparrós
01.03.2009)

Los maestros de medio país van a la huelga para pedir un sueldo que ninguno de nosotros, periodistas, por ejemplo, aceptaría ni para empezar.

Hoy empiezan las clases y no empiezan las clases: para la mayoría de los alumnos argentinos, esta mañana no hay escuela. Los maestros de medio país van a la huelga para pedir un sueldo que ninguno de nosotros, periodistas, por ejemplo, aceptaría ni para empezar. Son sueldos tan elocuentes, tan didácticos: dicen, antes que nada, que a la sociedad argentina la educación le importa tres carajos. O, mejor: que a la sociedad argentina le importa tres carajos la educación de sus pobres.

Soy un producto de la escuela pública argentina y a veces, cuando me distraigo, me da orgullo; mi hijo también fue a la escuela pública y acaba de terminar su quinto año. Pero en las décadas que pasaron desde que empecé primer grado –inferior– nuestro sistema educativo cambió brutalmente. Cuando yo era chico sólo iban a colegios privados los garcas que querían educarse a fuerza de hostias y los raros que preferían hablar otros idiomas y los vagos que la escuela pública no soportaba más. Pero mis amigos y yo –hijos de la clásica clase media porteña– sabíamos que el sistema de educación estatal era nuestro lugar: la escuela pública era la mejor, la primera opción.

Ahora no: mis amigos dudan mucho antes de mandar a sus hijos a una escuela del Estado –y la mayoría no lo hace.

La educación pública ya no es para todos, ni para el que la elige; es para quien no tiene más remedio.

Tres de cada cuatro alumnos estatales pertenecen al tercio más pobre de la población. Entre el 20 por ciento más pobre, nueve de cada diez van a la escuela pública; entre el 20 por ciento más rico, uno de cada siete. Y la tendencia se acelera: en 1997 el 24 por ciento de los chicos acomodados iba a escuelas públicas; en 2006, según un informe del Centro de Estudios de Políticas Públicas, sólo el 15 por ciento.

Las cifras precisan lo que ya sabemos: que los padres quieren mandar a sus hijos al privado porque –mejores o peores– por lo menos les garantizan que van a tener clases. Cosa que el Estado no consigue hacer. Así que, entre 2003 y 2006, en apenas tres años kirchneristas, 800.000 argentinitos –casi todos los que pueden– pasaron del público al privado. En la escuela sarmientina quedan los que no pueden: los más pobres.

El fracaso de la educación pública es el efecto más espectacular del derrumbe del Estado argentino. Solía ser su estandarte: la forma más eficiente de producir esa relativa integración social que nos constituyó como país, en esas aulas donde, bajo los delantales blancos, las clases sociales se mezclaban por un rato y se formaban con las mismas consignas, las posibilidades brevemente emparejadas.

La educación pública servía para equilibrar, para integrar, para “redistribuir” –y para producir un país más educado, con mejores posibilidades en todos los terrenos. Ahora parece como si no importara. Y, de hecho, no les importa a los que manejan el Estado: hace mucho que mandan a sus chicos a colegios privados.

Es una característica de muchos estados actuales –sus dirigentes no se incluyen en ellos, no usan sus escuelas y hospitales, no le pagan impuestos, no respetan sus leyes–y es curiosa: ¿quién se imagina al gerente de la cocacola pidiéndose una pepsi?

Así que tengo una propuesta populista para encarar la cuestión educativa. Es una ley que habría que votar cuanto antes: “Queridos gobernantes, no todo pueden ser alegrías, ganancias extraordinarias, honores merecidos, gratitud popular. Los cargos deben tener alguna carga. Y ésta será modesta pero inflexible: se ordena, so pena de prisión y pedorreta pública, que todos los funcionarios del Estado –de un nivel equis para arriba– manden a sus hijos y nietos, sin excepción, a la escuela estatal más cercana”.

Es posible que, entonces, la educación pública mejore seriamente. Así estamos, en la lucha de clases.
Anónimo ha dicho que…
Si hay algo que jode del sistema educativo es lo subsidiado que está el negocio. Lo digo porque el Estado paga íntegramente los sueldos de todos los docentes, sean de escuelas públicas o privadas, por lo que los propietarios de las privadas facturan con mucha renta. Es sabido que no invierten un carajo en "mantenimiento" (y no me importa que las clases medias se caguen en ese sentido). Pero digo yo: ¿no podríamos abolir la educación privada, y que toda esa plata que los ricachones invierten en la eeducación de sus hijos vaya a impuestos que después se transformen en mejores instalaciones y salarios, públicos y universales?

Estaría bueno, pero no lo creo posible. "Con la Iglesia nos hemos topado" (creo que hay un dicho del Quijote o Sancho en ese sentido, y en este caspo, piénsenlo, es muy significativo).

Entradas populares de este blog

¿Río Tercero es una ciudad zombi? La política es una actividad humana

Los DDHH en la Escuela: